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Desde hace más de 1,000 años, las comunidades mayas tejían hamacas con fibras naturales como el henequén, usándolas como cama, asiento y lugar de descanso.

El movimiento suave de la hamaca estimula ondas cerebrales que inducen al sueño profundo, según estudios científicos... y nosotros lo comprobamos ;)

Las hamacas de Textitlán son tejidas a mano con técnicas tradicionales que requieren paciencia, habilidad y dedicación.

Estudios demuestran que crear zonas de descanso visual y físico mejora el estado de ánimo. ¡Una hamaca es perfecta para eso!

Su diseño, color y técnica la hacen una pieza decorativa única que transforma cualquier espacio.